Las clases de nivelación tienen gran demanda en Cuenca
Los filtros que impone el nuevo Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA) obliga a los estudiante a prepararse más para asegurar un cupo de ingreso a la universidad. Por esa razón, la oferta de cursos de nivelación en centros privados y públicos creció.
El cañarense Óscar Pulla, de 17 años, siguió un curso de nivelación durante cuatro meses en el Centro Stephen Hawking, de Cuenca. Se presentó a los exámenes de ingreso convocados por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Obtuvo 850 puntos y logró un cupo para estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Cuenca.
Según Pulla, requería reforzar los conocimientos en matemáticas, dominar el razonamiento lógico y abstracto y aprender métodos para resolver ejercicios.
Para Fabián Solano, administrador del Centro Stephen Haw- king, de Quito, estos cursos son necesarios para aumentar los conocimientos. Solano dice que en las preguntas del Senescyt hay temas relacionados con la regla de tres, conjuntos, proporciones… Es decir, contenidos de la escuela que se han olvidado con el tiempo.
Solo para el examen de mayo pasado, el Stephen Hawking preparó a unos 1 000 jóvenes. El 80% obtuvo más de 550 puntos, lo mínimo para asegurar el cupo.
Entre ellos está Pulla, que este mes retomó sus estudios en este centro. Quiere presentarse al examen de exoneración y evitar el preuniversitario. Está seguro que lo conseguirá. Estudia tres horas diarias. Paga USD 35 al mes.
Manuel Bravo, del centro Cedecenter, asegura que hay estudiantes que llegan con falencias en matemática, física, química, computación e inglés. “El razonamiento lógico y las ciencias exactas son las de mayor complicación para los colegiales”.
Su recomendación para escoger un centro de nivelación es que las clases no tengan más de seis estudiantes por aula. También que reciban, por lo menos, 60 horas de clase por materia.
Pero, sobre todo, que estén autorizados por el Ministerio de Educación. Y que los instructores sean profesionales en las distintas materias, entre ellas Psicología.
En Cuenca se ofertan clases de nivelación personalizadas por Internet, en anuncios de periódicos y carteles dirigidos exclusivamente a los bachilleres.
Se dicen que son dictados por profesionales en matemáticas, física, química. Ellos cobran entre USD 3 y 5 por cada hora.
Pero estos últimos cursos no son controlados por el Ministerio de Educación, aseguró un funcionario de la Dirección de Educación, quien no quiso ser citado. Otros centros como el Stephen Hawking, Cedecenter, Inculcar, entre tanto, están reconocidos.
Solano mide los resultados por el número de bachilleres que lograron un cupo en las universidades y los que están dentro del Grupo de Alto Rendimiento (GAR).
La cuencana Viviana Guamán obtuvo 972 puntos en las pruebas. Fue la sexta mejor ubicada del país y primera en Azuay. Ella recibió cuatro meses de nivelación en el Colegio Asunción, donde estudió los 12 años.
Según su rector, Walter Auquilla, el nivel de formación de los bachilleres depende, en parte, de la formación que reciben en los planteles. En colegios como el Manuela Garaicoa, Herlinda Toral y Cuenca también se dictan cursos de nivelación.
Los costos variados
Los centros de nivelación ofrecen paquetes por horas o por mes. Una hora en promedio cuesta USD 4. Mientras que la mensualidad varía entre USD 35 y 50. Hay descuentos para grupos.
Los interesados pueden comprobar la legalidad de los centros de nivelación en el Ministerio de Educación.
En la última convocatoria para ingresar a las universidades, 104 278 bachilleres del país rindieron pruebas. 93 000 obtuvieron notas sobre los 550 puntos, lo que les garantizó un cupo.
El examen consiste en 120 preguntas de razonamiento verbal, abstracto y matemático que totalizaban 1000 puntos. Los estudiantes que obtuvieron más de 945 puntos pasaron al GAR.
El cañarense Óscar Pulla, de 17 años, siguió un curso de nivelación durante cuatro meses en el Centro Stephen Hawking, de Cuenca. Se presentó a los exámenes de ingreso convocados por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Obtuvo 850 puntos y logró un cupo para estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Cuenca.
Según Pulla, requería reforzar los conocimientos en matemáticas, dominar el razonamiento lógico y abstracto y aprender métodos para resolver ejercicios.
Para Fabián Solano, administrador del Centro Stephen Haw- king, de Quito, estos cursos son necesarios para aumentar los conocimientos. Solano dice que en las preguntas del Senescyt hay temas relacionados con la regla de tres, conjuntos, proporciones… Es decir, contenidos de la escuela que se han olvidado con el tiempo.
Solo para el examen de mayo pasado, el Stephen Hawking preparó a unos 1 000 jóvenes. El 80% obtuvo más de 550 puntos, lo mínimo para asegurar el cupo.
Entre ellos está Pulla, que este mes retomó sus estudios en este centro. Quiere presentarse al examen de exoneración y evitar el preuniversitario. Está seguro que lo conseguirá. Estudia tres horas diarias. Paga USD 35 al mes.
Manuel Bravo, del centro Cedecenter, asegura que hay estudiantes que llegan con falencias en matemática, física, química, computación e inglés. “El razonamiento lógico y las ciencias exactas son las de mayor complicación para los colegiales”.
Su recomendación para escoger un centro de nivelación es que las clases no tengan más de seis estudiantes por aula. También que reciban, por lo menos, 60 horas de clase por materia.
Pero, sobre todo, que estén autorizados por el Ministerio de Educación. Y que los instructores sean profesionales en las distintas materias, entre ellas Psicología.
En Cuenca se ofertan clases de nivelación personalizadas por Internet, en anuncios de periódicos y carteles dirigidos exclusivamente a los bachilleres.
Se dicen que son dictados por profesionales en matemáticas, física, química. Ellos cobran entre USD 3 y 5 por cada hora.
Pero estos últimos cursos no son controlados por el Ministerio de Educación, aseguró un funcionario de la Dirección de Educación, quien no quiso ser citado. Otros centros como el Stephen Hawking, Cedecenter, Inculcar, entre tanto, están reconocidos.
Solano mide los resultados por el número de bachilleres que lograron un cupo en las universidades y los que están dentro del Grupo de Alto Rendimiento (GAR).
La cuencana Viviana Guamán obtuvo 972 puntos en las pruebas. Fue la sexta mejor ubicada del país y primera en Azuay. Ella recibió cuatro meses de nivelación en el Colegio Asunción, donde estudió los 12 años.
Según su rector, Walter Auquilla, el nivel de formación de los bachilleres depende, en parte, de la formación que reciben en los planteles. En colegios como el Manuela Garaicoa, Herlinda Toral y Cuenca también se dictan cursos de nivelación.
Los costos variados
Los centros de nivelación ofrecen paquetes por horas o por mes. Una hora en promedio cuesta USD 4. Mientras que la mensualidad varía entre USD 35 y 50. Hay descuentos para grupos.
Los interesados pueden comprobar la legalidad de los centros de nivelación en el Ministerio de Educación.
En la última convocatoria para ingresar a las universidades, 104 278 bachilleres del país rindieron pruebas. 93 000 obtuvieron notas sobre los 550 puntos, lo que les garantizó un cupo.
El examen consiste en 120 preguntas de razonamiento verbal, abstracto y matemático que totalizaban 1000 puntos. Los estudiantes que obtuvieron más de 945 puntos pasaron al GAR.
Comparte esta noticia:![[Facebook]](../images/facebookgr.png) ![[Twitter]](../images/twittergr.png) ![[Google]](../images/googlegr.png) |
Quieres ingresar a la USFQ? -
Universidad San Francisco de Quito
Preparación rápida y efectiva para el examen de ingreso a la USFQ
Búsqueda personalizada
Más noticias de Universidades:
Fechas 2022 de admisiones de la USFQ (Universidad San Francisco de Quito) Fechas 2019 de admisiones de la USFQ (Universidad San Francisco de Quito) Diez mil bachilleres tras cupo para la universidad Médicos ecuatorianos acceden a la élite de educación mundial 441 opciones de posgrados hay en el Ecuador ¿Por qué los ecuatorianos somos malos en matemáticas?